No avalo la violencia, ni del
régimen ni de la sociedad civil. La del régimen en sus expresiones de
organismos de represión o de paramilitares armados y bien remunerados, contra
el pueblo que protesta en su derecho a exigir respeto a las normas democráticas
violadas por este entramado para-legal que construyeron en los 18 años que han
estado en el poder.
La violencia del régimen también
toma la forma de saqueos selectivos, organizados con la finalidad de terminar
de arruinar los pocos negocios que han sobrevivido a la premedita destrucción
del aparato productivo y comercial del país, pues en situación de pobreza
extrema algunas personas aplauden que le vendan una bolsa de comida, que usen
los dineros públicos para hacer negocios suculentos trayendo del exterior lo
que antes producíamos en Venezuela, contribuyendo así a mejorar las condiciones
socioeconómicas de los países a los que les compran y martirizar aun mas al
venezolano que como digo aplaude cuando compran un bus rojo que a los pocos
meses yace en un cementerio de buses.
En saqueos y robos también entra
la propiedad publica como los bancos, aquí además de la obtención de un dinero
fácil se busca como en los otros casos, endilgarle la responsabilidad a los que
luchan por rescatar la democracia plena en Venezuela. Un elemento clave para
entender que esta violencia es organizada desde el régimen es el hecho que no
son controlados, los organismos de seguridad no aparecen cuando están
ocurriendo pero si lo hacen para reprimir con saña una tranca de calle.
Esa violencia desatada desde el
régimen también involucra a funcionarios que han sido orientados a utilizar
cualquier medio para terminar con las protestas, desde los programas
transmitidos por la televisión publica (que no son del régimen sino del
estado), un ejemplo grabado son las palabras de un ex-militar golpista que les
dio permiso para pasarle por encima con los carros a los que en protesta cierran
las calles, es decir les da permiso para convertirse en asesinos, esta practica
ya cegó la vida de valioso joven estudiante de medicina y miembro de un grupo
de socorro universitario y herido a varios manifestantes, algunos de suma
gravedad.
Por otro lado tenemos la
violencia de la sociedad civil expresada en actos que destruyen la propiedad
publica, tal como semáforos, estructuras de paradas de buses, avisos de
vialidad, rejas de divisiones en calles y avenidas; la destrucción inconsciente
de árboles para ser usados como barricadas, destrucción de propiedad privada
como avisos publicitarios, cercas de centros comerciales con el mismo fin de
hacer las barricadas. Otra expresión de la violencia generada desde la sociedad
civil me trae muchos sentimientos encontrados, algunos más que otros: la quema
de vehículos militares y paramilitares que reprimen las protestas, de sedes de
los poderes públicos y de los organismos represores.
También se expresa en el uso de
objetos contundentes, bombas incendiarias caseras y otros sistemas como
excrementos humanos envasado para contestar los ataques con armas de fuego,
bombas de gas lacrimógeno y pimienta , agua a chorro y otro medios represivos. Los
anteriores actos ya se consideran normales dentro de estos procesos de
resistencia que deberían ser totalmente pacificas sin embargo el alto nivel de
represión, que ha dejado medio centenar de asesinados hasta los momentos ha
incidido que hasta la fiscal general haya dicho "No podemos exigir
comportamiento pacífico y legal de los ciudadanos si el Estado toma decisiones
que no van acorde con la ley", lo que parece implicar que lo de "en
defensa propia" es una practica que legalmente seria aceptable pero yo no
lo asimilo.
He visto los videos de jóvenes
que han tomado la justicia en sus manos, contra paramilitares que disparan,
hieren y hasta matan a sus compañeros. Esos actos se denominan linchamiento.
Una vez fui testigo de un linchamiento a un ladrón que lanzo contra el piso a
un niño para robar su bicicleta. Era un joven que gritaba de dolor, yo
desesperada trate de ayudar y no pude, la gente no me oía, les gritaba que lo
dejaran, lloré, clamé, llame a la policía y cuando llegaron ya nada se pudo
hacer, ¿quien fue el responsable? ...Fuente Ovejuna mi señor... Sentimientos encontrados,
se le puede pedir a una población asediada, reprimida, maltratada por
paramilitares armados que disparan a matar, que no tome la justicia en sus
manos...
Si, si se puede y debe, nosotros
no somos como ellos, Venezuela requiere de mucha fuerza de voluntad y valentía
para salir del oscuro foso adonde la empujaron quienes por la vía democrática
llegaron al gobierno en diciembre de 1998 a pesar de tratar de irrumpir por un
fallido golpe militar en 1992. El pueblo democráticamente los eligió para que gobernaran
y ellos han hecho todo lo que ha estado a su alcance para destruir la
democracia. Se que algunos argumentos usados para asesinar a estos delincuentes
paramilitares son que si los entregan a la policía o guardia estos los liberan
pues forman parte de su grupo y mas bien los protegen, yo se que así es pero no
puede estar en nuestras manos las manchas de la sangre de unos seres humanos
sin importar sus condiciones morales. Se que es diferente cuando esta en riesgo
la vida de uno, cuando es como se dice esa persona que intenta matarme o yo.
Allí prevalece por lo general, el instinto de supervivencia. En el resto de los
casos, es necesario tomar conciencia, entender que la vida la da y debe quitar
solo Dios y ante el me inclino de rodillas a pedirle que guíe a nuestro pueblo
para que entienda la necesidad de hacer esta lucha cada vez con mayor fuerza NO
VIOLENTA.
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